Por Martín Polanco.-
Barahona.- Si las poblaciones del Sur de
República Dominicana no se habían alarmado por la escasez de agua que tiene la
región, es importante que se preparen para una racionalización extrema,
especialmente en los hogares donde aún llega algo del líquido.
Ríos y canales completamente secos,
plantaciones prácticamente exterminadas por una sequía que no les tuvo piedad,
tierras que sus dueños han dejado ociosas de manera forzosa, la presa de Sabana
Yegua en un nivel rígidamente crítico, amenazando con quedarse sin líquido, y
una naturaleza que no ha avisado si traerá lluvias ni cuándo, es el panorama
actual en provincias como Azua, Barahona y Bahoruco.
La situación es más seria de cómo podrían
estar imaginando algunos de los residentes en esas demarcaciones. La presa de
Sabana Yegua está en la cota o altura 358.46 (metros sobre el nivel del mar),
con una entrada diaria de agua a su vaso de 7.8 metros cúbicos
por segundo y con una salida de cuatro metros cúbicos por segundo. La presa en
su estado normal, recibe entre 14 y 20 metros cúbicos
de agua, sin que se produzcan grandes lluvias. Cuando llueve mucho entonces la
cantidad sube.
El hecho de que a Sabana Yegua le entren 7.8 metros cúbicos
y le saquen cuatro para riego y otros usos, no significa que la cosa está buena
por aquí. “Lo real es que la presa prácticamente está seca”, y eso lo confirmó
a elCaribe el ingeniero Guillermo Comas, encargado de Distrito de Riego de la
Provincia de Azua.
Cuando la presa está en la cota 358 quiere
decir que está seca, porque ha entrado a un punto en el que hay que dejar de
operarla. El embalse, debajo de la cota 357 no puede ser utilizado, porque
menos de ese nivel la represa solo tiene lodo. Dentro del panorama de gravedad
ha habido una tímida mejoría, si se toma en cuenta que hace diez días la
entrada de agua al lugar era de apenas dos metros cúbicos por segundo.
La demanda que tiene la presa Sabana Yegua
es grande, por las poblaciones y las tierras agrícolas que dependen de su
actividad. Concretamente, el agua que está generando (7.8 metros cúbicos)
no alcanza ni siquiera para abastecer a Azua, que requiere 13 metros cúbicos,
de acuerdo a los cálculos de Comas. Barahona requiere alrededor de 20 metros cúbicos.
En general, el agua que existe en Sabana Yegua no alcanza para mucho, advierten
el experto Comas y representativos de las comunidades visitadas.
De hecho, la Obra de Presa (que es una
especie de jaula que tiene Sabana Yegua en su centro y que se observa desde lo
alto, cuando alguien se detiene a mirarla por los bordes) está al descubierto.
Y cuando esa parte puede verse a simple vista, porque la falta de agua la dejó
al descubierto, significa que la presa está seca y significa también que cuando
se alcanza ese nivel, si se le sigue extrayendo agua, se corre el riesgo de que
se dañen las turbinas.
Sabana Yegua es alimentada por el río Yaque
del Sur, Grande o río en Medio y el río Cuevas. De manera individual, cada uno
de ellos está aportando poco más de dos metros cúbicos, muy por debajo en su
estado normal.
Lo que le espera al Sur no es nada
halagüeño, salvo que la naturaleza haga su aporte y se cumplan algunos
pronósticos ofrecidos por el predictor de la Oficina Nacional de Meteorología
(Onamet), Bolívar Ledezma. El experto asegura que desde la segunda quincena de
abril y el mes de mayo comienzan a aparecer las nubes de gran desarrollo que
son las que causan los aguaceros. Es lo que se conoce como “Período
Convectivo”, surgen nubes cumulonimbos, de gran desarrollo, que generan los
truenos, relámpagos y aguaceros que en ocasiones pueden llegar a producir hasta
cien milímetros en apenas una hora.
Si “las cosas” se dan y cae agua, entonces
podría revertirse la situación. “Yo mismo ni me acuerdo de la última vez que
por Barahona llovió”, dice el presidente de la Junta de Regantes, Rafael
Silvino Matos. Sus expresiones no son una exageración, como tampoco lo son, los
ruegos en las distintas comunidades para que “Dios mande agua en cantidad
suficiente para que la presa y los afluentes se llenen, sin provocar daños”.
Una de esas personas es Julio Ernesto Féliz, un hombre creyente en la
Providencia Divina y residente en Cabral.
Las juntas de Regantes de Azua, Barahona y
Neiba y los distritos de riego de las mismas comunidades están preocupados por
la sequía y por la imposibilidad de mermar sus efectos con los actuales
sistemas hídricos de la zona. Por eso, acordaron un manejo de “tandeo” o
alternación, que incluye dar agua siete días para lo que ellos llaman “sur
profundo” (Barahona, Neiba y Jimaní) y seis días para Azua. Todos esos sitios
están “obligados” a manejarse con los cuatro metros cúbicos de agua que les
garantiza hasta ahora Sabana Yegua. No hay más nada disponible.
Cuando en un lugar el agua no aparece los
efectos se sienten de inmediato. Y en comunidades como Sabana Yegua y “El 15 de
Azua, lo saben, así como en Jaquimeyes, Cabral, Palo Alto, Pescadería (de
Barahona) y en Tamayo (perteneciente a Bahoruco), entre otros puntos
geográficos, porque los productores agrícolas lo han sentido en sus propios
bolsillos.
En Tamayo, por ejemplo, se murieron
plantaciones de tindora (un producto muy parecido al pepino) en tierras
propiedad de Marcos Antonio Féliz, Fabián Matos, Evangelino Féliz y Crescencio
Gómez. La explicación de por qué el cultivo no prosperó, posiblemente está a la
vista de todo el que entra a Tamayo y observa enseguida el río seco que no pudo
hacer su aporte para las siembras.
Pero el drama lo sufren también los hogares
de Tamayo. Por ejemplo, en Santana las llaves duran hasta cinco días sin
recibir una gota de agua; en Monserrate se aparece cada tres días y no mucho;
en Los Coquitos y San José a veces llega algo cada dos días. “La cosa por aquí
es para que estemos alarmados”, sostiene Josefa Cuevas, encargada de
Organización de la Junta de Regantes de Tamayo. Josefa fue quien ofreció el
dato sobre los turnos para agua de uso doméstico.
En El Limón aseguran que hay dificultades
Residentes en el municipio El Limón, en la
provincia Independencia, paralizaron el transporte hacia Haití por esa zona en
reclamo del suministro de agua potable y el servicio de electricidad, dos
componentes vitales para ellos.
Los manifestantes indicaron que llevan más
de cinco días sin recibir agua. En la jornada de protesta, los moradores de El
Limón bloquearon con escombros y troncos de árboles la carretera que comunica a
esa población con el municipio de Jimaní. Al lugar fue enviado un contingente
militar para tratar de regularizar el tránsito.
El Limón es un área de actividad agrícola y
comercial, tomando en cuenta que por allí transitan diariamente “patanas” y
otros vehículos hacia Haití, atravesando antes el punto fronterizo de Mal Paso,
próximo a Jimaní.
Los residentes de El Limón advirtieron que
no aguantarán más apagones.
Perjudicial
Expertos consultados aseguran que la quema
y deforestación han sido los enemigos de los ríos que posee la zona sur del
país.
¿Y las autoridades?
Aunque la sequía es un fenómeno natural,
los residente en Azua, Barahona y otros pueblos piden mayor presencia y apoyo
estatal”.
Fuente: El Caribe.-
El Suroeste se quedó sin agua
Reviewed by Leo Corniel
on
9:45
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