La política y sus consecuencias personales.

Para nadie es un secreto mi rechazo a lo político y creo haberlo expresado en más de una ocasión. Pero por vía de consecuencia me veo en la necesidad de navegar en estas aguas. Pues hay quienes se ven salpicados por el quehacer de otros, que como en reiteradas ocasiones he dicho, más que a servir, van a servirse. 

Soy de las que hasta el momento, a mi parecer, y espero seguir así, le doy al César lo que le corresponde. Pues todos nos complementamos con virtudes y defectos. Y para quienes no somos apasionados con la política, sabemos que cada quien tiene su lado bueno. 

Me parece injusto, falta de respeto, y una persona sin identidad propia, que sin el nuevo gobierno municipal asumir posiciones ya se estén filtrando informaciones de los grupos personales de whatsapp, para usarlas en su contra, pero también me parece una bajeza que existan personas que le gusten lucrarse del sacrificio, esfuerzo y confianza de los demás. 

Creo que todos somos merecedores de oportunidades y que si no las aprovechamos, deben ser dadas o hasta arrebatadas por otros. Lo que no creo justo es que se levanten falsas ante personas que ni siquiera han tenido la oportunidad de actuar. Que de hacerlo mal deben ser reemplazados. 

Una persona en lo cotidiano y vida intima puede actuar de algún modo, y como político puede actuar de otra cierta manera, y eso no le da cabida a ningún sin identidad, de irse a lo personal ni a ofender a la familia. Pues cada quien da lo que tiene en su corazón. 

He de asumir el reto de ser salpicada por las acciones realizadas por mi partido, pero no de asumir las consecuencias de actos que no hayan realizado o no haya sido parte de los mismos. 

Nota: Desde el 24 de abril retomare mi carrera, que con tanto amor y pasión escogí y estudié, Periodismo. Misma que un día abandoné, por no doblegarme ante quienes quieren y creen poder pagar por el manejo de información a su antojo. 

Y a mi gobierno entrante, si no ha de hacerlo bien, también se van!! 

Recordandoles siempre que el que no vive para servir, no sirve para vivir.

Por Kessia Cuevas Ariza

Periodista