En principio, el plan contempla la construcción de cinco presas, algunas de las cuales han registrado algunos trabajos en el pasado porque fueron iniciadas, aunque posteriormente esas labores se paralizaron. En detalle, las cinco presas son: Monte Grande, Guaigüí, Ámina, Boca de Los Ríos y Chavón.
En caso de no hacerse Chavón, se tiene prevista la presa de Joca. El valor total de esas infraestructuras es de unos US$1,350 millones. En el caso del proyecto Monte Grande, que envuelve cinco componentes (rehabilitación y complementación de la presa de Sabana Yegua, trabajos en Caño Lucas, Canal Cristóbal, dren de Canoa y otras áreas) está calculado en 405 millones de dólares, todo.
La presa, como tal (ella sola) saldrá en 250 millones de dólares. Monte Grande tiene sus fondos garantizados, asegura el director ejecutivo del Indrhi, Olgo Fernández.
Para la presa de Ámina, la inversión preliminar calculada es de unos 300 millones de dólares, para Chavón 300 millones de dólares y para Boca de Los Ríos y Guaigüí el costo de cada una es de 250 millones de dólares. Si se decidiera construir la presa de Joca, su costo está calculado en 300 millones de dólares. Guaigüí está también en ejecución, aunque paralizada.
Monte Grande está ubicada en el Sur, Guaigüí en La Vega, Boca de Los Ríos en Santiago Rodríguez, Ámina en Santiago y Chavón en la parte Este de República Dominicana. Joca está en el Sur también.
Fernández garantizó que los trabajos en Monte Grande reiniciarán en el mes de junio y terminarán en diciembre de 2018. Inicialmente, el compromiso del Gobierno había sido de concluir Monte Grande y tenerla lista el 30 de abril de 2016. Sin embargo, algunos factores, entre ellos inconvenientes que tuvo la firma Andrade Gutiérrez, encargada de los trabajos, impidieron cumplir el calendario
La presa fue programada para hacerse con un financiamiento del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de la República de Brasil por unos US$249 millones a través de la empresa Andrade Gutiérrez, pero que al salir a relucir el caso de corrupción en Petrobras (en Brasil), la institución financiera redujo todos los desembolsos, y un dinero que debió entrar, por ejemplo, en enero de 2015, a mediados de ese año no había sido obtenido. Las otras obras en carpeta del Gobierno para aprovechar más las aguas y poder conservarlas son reservorios, lagunas y pozos entre todos esos y sumando las pequeñas y medianas presas acumulan una inversión de RD$2,463 millones, de acuerdo con cifras ofrecidas por el Indrhi.
En detalle, los reservorios tienen una inversión de RD$1.518.05 millones, las pequeñas y medianas presas un monto de RD$645 millones y para lagunas y pozos se han calculado unos RD$300 millones. Entre las pequeñas y medianas presas a ser ejecutadas (dentro del programa general para sistemas de riego y abastecimiento múltiple en comunidades vulnerables a los efectos de la sequía), por ejemplo, en la Línea Noroeste figuran Los Uveros (Montecristi), Copey y Agua de Luis, en la misma provincia; así como Don Armando, El Guano y Juanito Boruco, en la provincia Valverde.
Se construirán reservorios en San Juan de la Maguana, Bahoruco, Barahona, Montecristi y Valverde.
República Dominicana tiene hasta ahora reserva hídrica para esta estación del año y suficiente hasta que inicie la época de sequía, el día primero de diciembre. Eso quiere decir que hay agua suficiente para las distintas obras de toma del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo, de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) y las demás entidades de ese ramo, según los cálculos oficiales.
Pero ojo: el hecho de que todas las presas dominicanas estén en recuperación, porque reciben un volumen mayor de agua que el despachado no significa que “hay hasta para botar”.
Con la construcción de las obras se busca un mejor aprovechamiento de los sistemas hídricos. Hasta ahora las 34 presas que tiene República Dominicana resultan insuficientes, porque solo garantizan que de manera segura se pueda almacenar entre el siete y 10% de las aguas que caen como consecuencias de las lluvias anuales, vengan éstas empujadas por fenómenos naturales (como ciclones) o de manera normal, propiamente.
La reserva de agua (la almacenada) que tiene el país, de acuerdo con el corte realizado ayer por el Indhri es de unos 200 millones de metros cúbicos, que transferidos a galones, representan miles de millones de galones.
En un metro cúbico de agua hay mil litros. En el peor de los tiempos, cuando la sequía estuvo en su punto máximo, la reserva de agua en República Dominicana se colocó apenas entre los 38 y 60 millones de metros cúbicos de agua, contando todos los embalses existentes.
El Indrhi emitió la semana pasada una resolución de importancia para el sector agropecuario, en la que le informó al Ministerio de Agricultura, al Banco Agrícola, al Instituto Agrario y a las demás instituciones ligadas a los temas agua y agro, así como a las juntas de regantes del país, que “ya hay libertad para sembrar” porque el agua alcanza para eso y mucho más.
Las juntas de regantes funcionan en zonas donde se ubican las presas Hatillo, Rincón, Tavera, Bao, López Angostura, Sabaneta, Monción, Sabaneta y Valdesia, que son las principales liberadas de la restricción para siembras.
De las 34 presas que hay, unas 20 son de volumen considerable. Las otras, aunque no son, desempeñan funciones de valor. Expertos consultados han dicho que lo ideal es que haya el doble de presas. Esos sistemas tienen cuatro funciones: consumo humano (alimentar los acueductos en la jurisdicción donde están ubicadas), para riego (mojar las tierras donde se cultiva), para generación de energía y para controlar inundaciones.l - See more at: http://www.elcaribe.com.do/2016/05/30/programa-del-indrhi-incluye-construccion-cinco-presas#sthash.LuBWAY83.dpuf
Programa del Indrhi para este año incluye construcción de presa Monte Grande
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