Psicólogo dominicano dice perfil de Quirino es de trastorno anti social, antagónico y manipulador
Nueva York.- El internacionalmente reputado psicólogo dominicano doctor
Henry Montero Tapia, quien ha sido reconocido en varios países por recientes
investigaciones científicas, asegura que el perfil del ex capo de la droga,
Quirino Ernesto Paulino Castillo, es de una persona con visibles trastornos
sociales, antagónica y manipuladora.
El profesional dijo que después de analizar la voz, el lenguaje corporal y
la forma de expresarse de Quirino, estudiando su personalidad en videos,
fotografías y audios, concluye en que el ex capo, sufre de esas condiciones
psicológicas, las que además, lo convierten en un potencial reincidente en los
delitos por lo que fue condenado en Estados Unidos en negociaciones con
fiscales federales.
Montero, aclara que aunque no ha tenido la oportunidad de entrevista a
Quirino cara a cara, para una definición más exacta, y en la que le haría las
preguntas de rigor, las imágenes y los gestos de "El Don", le dan
herramientas adecuadas para hacer una evaluación aproximada de su contorno.
Explica que también se ha basado en los antecedentes biográficos de
Quirino.
"Basado en la escala básica Adleriana que mide el éxito interpersonal
(BASE -A) 1º-Toda conducta tiene un propósito: Situación (S)
------------>Creencia/Meta (O) ------>Conducta (R). 2º-La conducta está
regida por un patrón supra ordenado de organización de la experiencia
constituida en la infancia: el estilo de vida", agrega Montero.
Dijo que ese método de medición psicológico Adleriana establece, que la
persona como organismo unificado cuya experiencia y conducta están organizadas
y guiadas por metas o fines, interrelacionadas entre sí, coherentemente con las
metas personales y las contradicciones aparentes en la conducta no son sino
diferentes medios de perseguir las mismas metas.
Expuso que "fundamentado, en lo ya expuesto, se puede colegir, que el
entorno social en que se formó Quirino Paulino, “El Don”, aunque nació en una
comunidad bastante pobre, en su infancia, al parecer, no presentó ningún tipo
de carencia económica, ya que sus familiares cercanos, como su padre, quien
fuera un empresario arrocero, y su madre una enfermera jubilada, así como su
tío, un ex militar juzgado por narcotráfico que llegó a ser síndico de Elías
Piña en dos oportunidades, con todo y eso, no se le conoce al llamado “Don”
estudios académicos realizados durante su vida temprana, y las relaciones
familiares al parecer no fueron muy cordiales".
Expresó Montero que "aferrarse a los organismos militares dominicanos,
demuestra en este hombre, su deseo de tener absoluto poder, entendiendo que si
es militar, puede ordenarles a las personas, y nadie lo puede tocar, también
demuestra con esto, una baja autoestima, pues sino es militar, se siente
desprotegido y rechazado por la sociedad, por lo que deducimos, que agenciarse
posiciones y / o actividades que le proporcionen poder, a cualquier costo, era
su meta principal".
Precisa que de la misma forma, el tipo de personas como Quirino, siempre se
muestran interesadas en poner orden, organizar y mejorar la situación de su
familia, sociedad o país.
"Sin embargo, si toman el mal camino, continuarán firmemente
convencidos de que actúan razonablemente o con responsabilidad", agregó el
profesional.
"Independientemente de que sus esfuerzos tengan resultados positivos o
negativos, es innegable que ellos ejercen una poderosa influencia sobre su entorno",
sostiene Montero.
"Analizando fotos, videos y el timbre de voz de Quirino Ernesto
Paulino Castillo, para ver qué relación hay, entre el lenguaje corporal, sus
actuaciones y sentimientos, hemos podido notar que es una persona que se siente
incomprendida, sobre todo porque adopta una actitud reservada. Sin embargo, el
papel que interpreta puede ser una representación o incluso un símbolo de un
estilo de vida o de un grupo. Y estas personas, con estos sentimientos son
excelentes actores en el escenario de la vida, capaces de interpretar múltiples
personajes", expresa el reconocido psicólogo.
"En individuos como Quirino, cuando las opiniones primarias (esquemas
a perceptivos) no son moduladas por adecuadas opiniones secundarias en el
proceso de socialización, debidas a fallos en la crianza y de relación con los
adultos; el individuo se ve abocado a imponer y a perseguir sus metas
inconscientes de modo rígido y asocial produciendo psicopatología",
explica.
"De ello se desprende, un concepto etnográfico que señala, a que este
tipo de persona que delinque, es atraída por el poder y un estilo de vida
rápida que proporciona una sensación de euforia a través de la emulación de
"Personas de Clase de Elite" del Jet-Set con el uso de adornos
costosos, suntuosas mansiones y propiedades, como el Don cuando hacia
referencias a su helicóptero privado y a las propiedades que ostentaba producto
de su actividad ilícita", añadió Montero.
"Las personas que se envuelven, como Quirino, en el tráfico y
contrabando de drogas controladas, exhibe autoestima elevada y una mayor
sensación de poder, y por lo tanto reciben y perciben la gratificación del ego,
de un elevado estatus social en la comunidad que residen, ya que hacen
múltiples y aparentes obras de caridad para esa comunidad, como lo hacía el
narcotraficante colombiano Pablo Escobar en su ciudad natal", dijo el
psicólogo.
"Es notorio que Quirino se dedicaba a sus negocios con un sentido de
invulnerabilidad que le permitía desarrollar su actividad, a pesar de los
riesgos inherentes", agregó el especialista.
"En la medida que el individuo se adentra en la delincuencia y en el
virtual mundo del tráfico, nacional e internacional de estupefacientes,
haciéndolo parte de su modo-vivendi, se crea en ella, con el tiempo, en su
psiquis individual, un comportamiento criminal que le genera un trastorno de
personalidad antisocial, acarreándole un tipo de enfermedad mental crónica, en
la que su forma de pensar, de percibir situaciones y relacionarse con las demás
personas son disfuncionales y destructivas, manifiesta Montero.
"Y hace caso omiso de los derechos, deseos y sentimientos de los
demás", precisa.
"Las personas como Quirino que han caído en este trastorno de
personalidad antisocial tienden a antagonizar, manipular o tratar a los demás,
ya sea con dureza o con cruel indiferencia. A suelen violar las leyes, sin
embargo, no muestran ninguna culpa o remordimiento. Hasta tener la osadía de
pedir reentrenamiento por vinculaciones delictivas", concluyó diciendo
Montero que ha sido invitado a un conclave mundial de psicología aplicada al
Mal de Parkison en Brasil.
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