Contaminación ambiental y ecosistema en Barahona
Por: Feny Reyes Saviñon.-
Se hace
costumbre en los seres humanos valorar algo cuando ya no se posee, nos
lamentamos cuando nos hace falta aquello que en algún momento nos sobraba.
Entre las personas mayores se escucha hablar de un tiempo en el que se podía
inhalar aire puro y fresco, se escucha hablar de un espacio en el cual la
naturaleza se hacía notar en toda su expresión. Con estos argumentos no afirmo
que en Barahona se haya perdido la esencia de disfrutar de un entorno
agradable. No, sin embargo estamos contribuyendo a que esto suceda.
Dando un vistazo
hacia el pasado, notamos un entorno diferente, y hoy ¿En que lo hemos
convertido? Hemos saturado nuestra ciudad de contaminación en un tiempo muy
acelerado. ¿Alguna vez se han preguntado de qué manera nos afecta esto? Quizás
se sorprendan, pero la contaminación del aire es la responsable de matar a 7 millones de personas anualmente (una de
cada ocho muertes a nivel mundial) y esto es solo a través del aire ¿Qué hay de
los demás tipos de contaminación?
Claro está, esto
tiene su trasfondo social. Con el paso de la Segunda Guerra Mundial, y el
comienzo de la década de los 50, el mundo aceptó el concepto del consumismo
extremo, la idea era generar un estilo de vida basado en el consumo desmedido
para incrementar las ganancias en menor tiempo. Durante ese periodo, la
potencialidad productiva se multiplicó vertiginosamente, el industrialismo
alcanzó su mayor auge y la competencia de las empresas por ser el número uno
(acelerando el nivel de producción) aumentó de forma significativa la
propagación de CO2 y demás gases nocivos para la atmósfera.
Imagínense todo
ese panorama sin reciclar, fomentando la producción descontrolada de residuos
sólidos, sin regenerar los recursos naturales, por el contrario, abusando del
privilegio de poseerlos, agotando cada día más su existencia. Sumándole a todo
estos factores el calentamiento global, también consecuencia el sistema que
hemos creado ¿A dónde iríamos a parar?
Ahora hablemos
del caso de Barahona, créanme no es la excepción ante el fenómeno. Desde hace
tiempo aquí se piensa desarrollar el ecoturismo, y permítanme decirles que
tenemos las condiciones naturales para que eso no solo sea una idea, sino una
realidad. Mencione condiciones naturales porque éticas, no. Lamentable es preguntarnos:
¿De esa forma queremos fomentar el ecoturismo en nuestra región? ¿Ecoturismo en
un lugar donde respirar te causa problemas respiratorios? (Gracias a los
residuos tóxicos emitidos por algunas fábricas, ejemplo: Block Khoury) Un lugar
donde no se aprecia el concepto de forestación, por el contrario, se cortan
árboles centenarios en lugares donde se hace necesaria su ubicación.
Un lugar donde
la contaminación auditiva se hace presente en cada esquina (el caso de los
colmados). Un lugar donde se puede recorrer un trayecto significante con alguna
envoltura de papel, una botella de plástico… O cualquier residuo en la mano por
falta de un zafacón y que gracias eso tenemos calles inundadas de basura. Un
lugar donde sus zonas costeras no solo están repletas de arena, sino también de
residuos sólidos. Un lugar donde el río que atraviesa la ciudad es un foco de
contaminación. De ninguna manera ¡Tenemos que parar ya! La contaminación nos
agobia.
Pero ya basta de
enaltecer la problemática ¿Qué podemos hacer para ser parte de la solución?
En estos últimos
días he estado discutiendo con un grupo de jóvenes ciertas problemáticas
medioambientales, precisamente eso fue lo que me motivó a escribir este
artículo. Se emitieron varias ideas ¡Muchas ideas! Haría falta papel para
plasmarlas, puede que sean simples, pero si se ponen en práctica
revolucionarían nuestro espacio.
En primer lugar
se necesita crear conciencia. Si existe algo que le hace falta a nuestra
población es conciencia, crear un estado de sensibilidad y conciencia
contribuiría a arrancar el problema de raíz. Esto iría de la mano con la
creación de grupos juveniles para ser multiplicadores de un mensaje positivo a
favor del medio ambiente.
Esta también la
reforestación, práctica que se ha menguado en nuestros días. Si por cada árbol
cortado se siembran cinco, créanme que la realidad fuera diferente ¿Se imaginan
que los árboles proporcionen red WiFi? Todos andaríamos como locos buscando una
porción de tierra para plantar semillas. Su importancia va mucho más allá; nos
proporcionan oxígeno y absorben el tan dañino Dióxido de Carbono.
No hay que dejar
atrás los operativos de limpieza en zonas costeras y lugares estratégicos de
gran atracción para los turistas, lugares donde los barahoneros suelen
recrearse.
¿Y qué hay del
reciclaje? ¿Y si en lugar de desechar, reciclamos? Cambiar el método lineal por
uno cíclico ayudaría a reducir la cantidad de residuos que se generan
diariamente. Acompañado de esta iniciativa, se podrían crear talleres de
reciclaje.
Y si es cierto
que existen autoridades que se encargan de aplacar dicha problemática, pero
sería absurdo dejarle lo que debería considerarse un deber ciudadano, a unos
pocos. Ya es tiempo de que cambiemos nuestra realidad ¿Por qué no ser parte del
cambio?
Lo que tal vez
cause interés es que, nosotros habitamos en un planeta que no es eterno y al
ritmo que vamos se necesitarán 20 como estos para satisfacer las necesidades de
la sociedad actual.
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