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Periodismo: la carrera de los profesionales que no saben hacer de nada.


Joel Santana Ferreras.-

Es lamentable ver como la carrera de Comunicación Social, especialmente en lo que refiere al trabajo periodístico, ha sido vulgarizada por terceros que lejos de los conocimientos científicos y éticos que regulan el fundamento de una base para ejercer el oficio, se han dedicado a la practica de la misma, y sin el menor criterio van pregonado a viva voz y presumiendo de ser parte del organismo, arrendándose así posiciones que no les corresponde.

Hoy esta muy de moda en profesionales de otras carreras la incursión en el oficio de la Comunicación social, estos en vez de dedicarse a ejercer su carrera, la que ellos estudiaron; la carrera que eligieron y por la que pasaron varios años en una universidad, prefieren venir a invadir la tarea de otro, sin escrúpulos, sin el menor remordimiento de poner en peligro la integridad de los verdaderos profesionales del Periodismo.

 Para muestra una pincelada; nadie por  muy listo que parezca, en sus facultades intelectuales, ha intentado jamás procurarse la integración en una sala de cirugía para  intervenir a un paciente con problemas de salud o subir a un estrado para ganarse el derecho de desfilar por delante de un juez para defender a un acusado ante este; porque hay leyes, hay condiciones, hay reglas que exigen respetar, hay un gremio protector de sus miembros, que  prohíben legalmente que alguien se lance en procura de ejercer oficio en una área para la cual no se ha preparado, ni se ha ganado el derecho ante un centro de estudio superior.

En cambio en el ejercicio periodístico sucede todo lo contrario, porque ante la falta de una Ley que regule el oficio, ante la falta de un organismo protector que defienda los intereses de sus miembros, parece que los fracasados en sus áreas, en la carrera que estudiaron; la carrera por la que pasaron años en una universidad, la hacen a un lado para venir a alistarse en el oficio del periodismo, por que encuentran mas fácil proyectarse, o abrirse camino,  viniendo a ejercer en otra carrera; o es que se puede entender que esos profesionales de otras áreas no aprendieron  a hacer de nada; por lo que se puede inferir que el periodismo es la carrera de los profesionales que no saben hacer de nada…

Escribo esto por un ejemplo sencillo: si alguien sale egresado de una universidad con un titulo en derecho o contabilidad o en matemáticas, porque viene a hacer periodismo¬, que paso con los conocimientos que adquirió esta persona en el área en la cual se preparo…y hoy por hoy, esta profesión, luce invadida por profesionales de otras carreras, de una forma pacifica pero al mismo tiempo aniquiladora, poniendo en peligro la existencia de los futuros egresados de esta  profesión.  

Esta práctica no esta reservada con exclusividad ni siquiera para profesionales que estudiaron otras carreras, sino que también trasciende mas allá de los limite, cuando   personas que ni siquiera han asistido nunca a un centro de estudio superior, también se han encaminado dándose a la tarea de creerse capaces de poder ejercer como periodistas, contribuyendo así con el desmerito del ejercicio, tanto así, que en la sociedad en que vivimos el ejercicio periodístico es una labor que va degenerando en una falta de confianza, en una falta de credibilidad, en un trabajo deshonesto.. .y… perdón por la exageración, pero es lo único que se puede percibir en el ambiente que nos envuelve.
 Es bien sabido que cualquier ciudadano puede dedicarse si lo desea a recaudar y difundir informaciones recogidas en el entorno en que se desenvuelve, pero con que objeto. De ahí a pretender hacer negocio con estas informaciones a querer hacer de esta practica un medio de vida, ocupando puestos de trabajo que no le corresponde, usurpando posiciones, y aniquilando la ética de una carrera que debe ejercerse orientada a fortalecer los valores del profesional, que  no es un secreto para nadie ya no se sabe donde han ido a parar, esos valores por la practica desmedida de esos que se hacen llamar periodistas o comunicadores.
Es un delito grave. y el organismo regulador; el Colegio Dominicano de Periodista, debe poner alta importancia, para evitar que esos mercenarios, mercaderes, se lancen arrasando con todo a su paso, mientras los verdaderos profesionales, los que deberían estar ocupados con esta labor, permeas en aislados, atados, vejados, ante la impotencia que genera ese mal, que se expande cada ves mas rápido como cáncer que crece minuto a minuto en frente de la mirada indiferente de todos.

A las futuras generaciones de periodistas, a los que piensan ingresar a las universidades como se les va a  explicar, como se les va a justificar tal deterioro, cuando no encuentren el espacio que un profesional de una determinada carrera espera encontrar al momento de integrarse  al oficio de esta, como va a procurarse un trabajo  digno, cuando ya los usurpadores de la profesión han llenado todos  los espacios, celosamente defensores de múltiples escusa.

Es alto probable que la carrera del periodismo esta siendo cada vez menos valorada, menos creíble, cada ves son mas visible las acciones que delatan un oficio viciado lleno de incoherencias, insatisfecho, incompleto, carente de veracidad, ejercido por personas que no tienen la menor delicadeza que motivan la incertidumbre al momento de actuar ante una sociedad carente de justicia.

Pongo esto sobre el telón porque los profesionistas del periodismo tienen que gritar un alto bien fuerte en contra de esta practica que se ha hecho cada vez mas frecuente en la comunidad periodística, y que únicamente ha contribuyendo a la cualquierizacion del oficio, no se puede mirar el problema con una tesitura indiferente.

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