Destacamento policial de Tamayo es vergüenza de sus habitantes y visitantes
Por José Manuel Medina.-
Tamayo,
provincia Bahoruco.- El cuartel de la Policía Nacional de aquí es una vergüenza
para quienes transitan por esta importante vía, pero más aún, para los
habitantes de esta población.
El destacamento
policial, ubicado en la calle principal que va desde Tamayo a los bateyes,
Galván, Neiba y todas esas comunidades, es una casa de madera techada de cinc,
en condiciones deplorables.
En el cuartel
hay seis miembros de la Policía Nacional, comandados por el primer teniente
Ramón Rodríguez.
Entre los seis
agentes policiales, dos pertenecen al departamento de Investigaciones
Criminales.
En la parte
trasera, hay una cerda, donde los presos, luego de ser encerrados, tienen que ser esposados para evitar que se fuguen,
debido a que la madera está en pésimas condiciones y el techo de cinc tampoco
es seguro.
Debido a las
paupérrimas condiciones del cuartel policial, una vergüenza a la vista de
todos, la jefatura de la Policía Nacional, comenzó a construir otro
destacamento, en unos terrenos que en principio se pensaba que eran propiedad
del ayuntamiento municipal, pero un supuesto dueño lo reclama.
Esta edificación
de dos niveles, que le falta las puertas, ventanas y piso, fue construida en
unos terrenos que supuestamente el primer síndico del pueblo, Humberto Michell,
había donado, pero que ahora un hijo suyo que reside en Santo Domingo, los
reclama, y pide una indemnización de RD$2 millones 500 mil pesos.
Reporteros de
Armario Libre hablaron con varias personas en las proximidades del destacamento
policial, y pidieron la pronta intervención de las autoridades para concluir la
obra.
Lo que sería el
próximo destacamento policial, según los vecinos, se ha convertido en un astro
de delincuencia, donde jóvenes fuman droga, practican actividades sexuales y
otras actividades, pese a la cercanía del viejo recinto policial.
Los terrenos son
reclamados por Manuel Humberto Michel, a quien la comunidad le pidió ceder los
predios para concluir el destacamento.
“Yo estoy
avergonzado de este destacamento, si los terrenos fueran míos, se los cediera a
la Policía Nacional”, expresó Alberto Michel, uno de los hermanos de Manuel
Homberto, y quien se adjudica los terrenos.
Los habitantes
de la comunidad de Tamayo entendían que los terrenos eran del ayuntamiento,
porque son parte de donde toda la vida ha estado la gallera municipal,
propiedad del cabildo.
Si los terrenos
fueran a ser vendidos, es posible que su valor no alcance los RD$500 mil, pero
ahora que la obra está en su etapa final, quien se atribuye ser su dueño, pide
cerca de RD$3 millones, lo que fue también reprochado por los tamayenses.
Lo peor del caso
es que los propietarios del terreno esperaron que la edificación estuviera en
la parte final para hacer los reclamos.
Fuente: Armario
Libre.-
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