Paren!!…Buscar El Chivo Expiatorio
Por Rafael Mendez.
(Periodista-Diputado)
“No hay más dicha ni desdicha que ser prudente o imprudente”, Baltasar Gracián. El Arte de la Prudencia.
Que Rafael tal…que Rafael lo otro. Y por qué yo, “el chivo expiatorio”…
“En el uso cotidiano del lenguaje empleamos infinidad de expresiones curiosas y resulta útil conocer su auténtico significado así como su origen histórico.
“En el caso que nos ocupa, un chivo expiatorio es aquella persona que asume la responsabilidad de algo que no ha hecho. De esta manera, cuando se da una situación en la que hay un culpable de unos hechos pero se ignora quién es exactamente, alguien decide inventarse una persona para, utilizando otra expresión común, "hacerle pagar el pato" (incluso se podría decir "cargarle el mochuelo" y otras expresiones con el mismo significado).
“Quien se convierte en el chivo expiatorio es víctima normalmente de alguna argucia de alguien que hábilmente lo convierte en responsable de una acción aunque propiamente no lo sea. Con esta estrategia el auténtico culpable de unos hechos se libra de un posible castigo.
“En la vida cotidiana se dice habitualmente que hay que buscar un chivo expiatorio. También puede suceder que alguien que acaba siendo culpable de algo diga "soy el chivo expiatorio" para dar a entender que hay una trama contra él.
Origen histórico
“Este dicho proviene de una práctica ritual de los antiguos judíos. El Gran Sacerdote, purificado y vestido de blanco para la celebración del Día de la Expiación (purificación de las culpas por medio de un sacrificio) elegía dos machos cabríos, echaba a suerte el sacrificio de uno en nombre del pueblo de Israel y ponía las manos sobre la cabeza del animal elegido (llamado el Azazel) al que se le imputaban todos los pecados y abominaciones del pueblo hebreo.
“Luego de esta ceremonia, el macho sobreviviente era devuelto al campo por un acólito y abandonado a su suerte, en el valle de Tofet, donde la gente lo perseguía entre gritos, insultos y pedradas. Por extensión, la expresión “ser el chivo expiatorio” adquirió entre nosotros el valor de hacer caer una culpa colectiva sobre alguien en particular, aun cuando no siempre éste haya sido el responsable de tal falta”.
NOTA: Cualquier parentesco, es pura coincidencia
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