Por qué se pone dura la barriga en el embarazo

El embarazo es un tiempo de cambios. El cuerpo de la madre se transforma a lo largo de esos nueve meses.
El útero albergará al bebé, para lo que ampliará su capacidad, crecimiento muy notorio que se verá reflejado en el crecimiento de la panza. Por otro lado, el útero deberá prepararse para la salida del bebé. Esto es posible pues el útero es un órgano hueco constituido por fibras musculares, normalmente capacitado para contraerse.

Cuando no ha habido fecundación el útero se contrae para expulsar el tejido endometrial cada mes. De igual forma, durante el embarazo también habrá contracciones, que son la forma en que se entrena el útero para el momento del parto. A veces la madre puede percibir estas contracciones pues por lo general una parte o toda la barriga se endurece. ¿Te preguntas por qué se pone dura la barriga en el embarazo? En el siguiente artículo de ONsalus te lo explicamos.

¿Por qué se pone dura la barriga en el embarazo?

Seguramente, si estás embarazada has sentido que tu panza se tensa y hasta llega a molestarte un poco la sensación, aunque pasado un rato se pasa. Se trata de una contracción. Cuando el útero se contrae, durante el embarazo, es normal sentir que la barriga se pone dura. Las contracciones son normales y frecuentes a lo largo de todo el proceso de gestación; desde el inicio hasta el final. Se suelen sentir más intensas en las primeras semanas y, luego, en el tercer trimestre. También es cierto que algunas mujeres no se dan cuenta de esto en ningún momento, salvo durante el parto.

Pero las contracciones no son exclusivas del momento del parto, estas ocurren a lo largo de todo el embarazo y tienen características particulares en cada etapa. Por lo general, ocurren de manera irregular, sin frecuencia constante. Estas contracciones no son dolorosas pero pueden ser un poco molestas cuando el bebé está llegando a término. Según la intensidad, la frecuencia, la zona que abarquen y el momento del embarazo en el que ocurren se distinguen distintos tipos de contracciones:
De Álvarez y Caldeyro: también llamadas tipo A.
De Braxton Hicks: popularmente conocidas como contracciones falsas.
De preparto.
De parto y también si llegan a ser muy dolorosas o están acompañadas de otros síntomas pueden considerarse patológicas.
Contracciones durante el primer trimestre

Las contracciones se dan durante todo el embarazo. Al principio, cuando recién ha ocurrido la fecundación, el útero acostumbrado mes a mes a expulsar el endometrio tratará de expulsar también al embrión. En ese momento se producen contracciones que serán detenidas gracias al aumento de la progesterona, encargada de que el bebé anide en el útero. A este proceso se le llama enfrentamiento entre el útero y el embrión.

Por lo general, el bebé anidará pero en algunos casos ocurren abortos espontáneos, que pueden a veces pasar desapercibidos. Las contracciones en esta etapa no deben ser dolorosas, de hecho deben ser casi imperceptibles. Si se vuelven dolorosas y regulares o están acompañadas de pérdidas de sangre, probablemente es que el útero va ganando en su objetivo de expulsar al embrión.

Una vez implantado el embrión y a lo largo de la primera mitad del embarazo aparecerán lascontracciones de Álvarez y Caldeyro. Estas son contracciones suaves que muchas veces no son percibidas por la madre y que se sienten en la parte baja de la barriga, la zona que va del pubis al ombligo. Pueden presentarse hasta seis al día.

Contracciones durante el tercer trimestre

Ya avanzado el embarazo es probable que la madre perciba mejor cuando ocurren las contracciones porque la barriga se pone dura. En esta etapa las contracciones son frecuentes aunque deben seguir siendo irregulares, algunas veces más intensas que otras pero sin llegar a ser dolorosas. Se trata de las contracciones de Braxton-Hicks, que ya son la fase final del entrenamiento del útero para el parto. De hecho, a medida que se acerca el final del embarazo, estas contracciones se vuelven más intensas y frecuentes.

Las contracciones de Braxton-Hicks terminarán de preparar al útero para el parto. Con cada contracción el útero como cualquier músculo se tensa y hace que la barriga se ponga dura. Son como ejercicios prenatales que además ayudan a colocar al bebé. Estas contracciones aparecen a partir del sexto mes de embarazo y generalmente abarcan una parte de la panza. Pueden aparecer y desaparecer, pero cuando se vuelven muy frecuentes, más de tres en una hora, y el embarazo aún no llega a la semana 37, es un signo de alerta. En ese caso será mejor consultar con el médico pues puede tratarse de una amenaza de parto prematuro.

Si en cambio ya está cerca de la fecha estimada de parto y las contracciones son seguidas y dolorosas puede ser que estés en trabajo de parto por lo que también es recomendable acudir al médico para que evalúe si ha llegado la hora. A medida que se acerca la fecha de parto, las contracciones se vuelven más intensas. A estas se les llaman contracciones preparto. Indican que el parto está por llegar y su función es ablandar y madurar el cuello del útero, produciendo cierta dilatación. Estas contracciones aún no son rítmicas y aparecen unos días antes del parto.

Luego, por supuesto, llegan las contracciones de parto, que sí son regulares, cada vez más intensas y más próximas unas de otras. Empiezan con una frecuencia de 3 a 5 contracciones cada 10 minutos, y su duración se va alargando hasta llegar a durar 60 a 90 segundos. Son muy intensas y dolorosas y con cada una se intensifica la sensación hasta alcanzar su mayor pico en el expulsivo. Estas contracciones abarcan toda la barriga que se pone dura y tensa.

Qué puedo hacer para aliviar las contracciones

Como mencionamos antes, la mayoría de las veces las contracciones irregulares a lo largo del embarazo son normales y no deben ser motivo de preocupación. Por lo general las contracciones se desencadenan debido a factores, como:
Mucha actividad física, incluyendo actividad sexual, al correr, al andar muy rápido, al levantarse de forma rápida o al cargar peso.
Aguantar las ganas de orinar o cuando se está deshidratada (las mujeres embarazadas se deshidratan con más facilidad).
Situaciones de estrés psicológico, ya sea en el trabajo o en el ambiente familiar.
Infecciones urinarias o vaginales.

Para reducir el número de contracciones en muchas ocasiones es suficiente cambiar de posición o descansar un poco. La madre también puede hacer actividades que la relajen como tomar un baño o ducha, recostarse de forma cómoda en un sillón, hidratarse tomando agua o alguna tizana para que la contracciones pasen. En caso de presentar algún síntoma de infección es mejor acudir al médico.
Cuándo ir al médico por contracciones

Lamentablemente, entre el 6 y 8% de las mujeres embarazadas sufren contracciones muy fuertes y dolorosas, que se consideran anormales y que pueden significar una amenaza de riesgo de aborto o un trabajo de parto pretérmino. En esos casos es necesario consultar con el médico. Se considera un signo de alerta:
Sentir más de 24 contracciones durante un día.
Que las contracciones se prolonguen más de 40 a 50 segundos.
Que las contracciones no paren al tomar un descanso.

También hay que estar atentas si con cualquier esfuerzo físico aparecen contracciones regulares o si las contracciones vienen acompañadas de sangrados. Todas estas circunstancias requieren la intervención inmediata del médico que podrá ordenar reposo y medicamentos para detener el parto si fuera necesario.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.


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