Lo que fue aquella generación de idealistas
2.- Las acciones juveniles están dirigidas contra todo aquello que representa atraso. Su pensamiento se ajusta a las reivindicaciones que guardan relación con su corta edad.
3.- Las jovencitas y los jovencitos dominicanos, que se iniciaron en el quehacer político en los primeros años de la década del 60 del siglo pasado, estaban dominados por ideales.
4.- Los elevados objetivos de aquellos bisoños del 60 estaban dirigidos a alcanzar la felicidad material y espiritual de su pueblo, así como la plena independencia y soberanía nacional.
5.- Todo lo acompañado de hermosura permanecía en el pensamiento de los jovencitos de ayer, para que fuera disfrutado por la gente del pueblo dominicano.
6.- Aquella juventud, con la tendencia a ver las cosas perfectas o mejores de lo que son, se mantenía inclinada a idealizar para elevar la vida de sus connacionales.
7.- Las muchachitas y los muchachitos, principiantes en la política dominicana, estaban movidos por lo que fueron sentimientos gratos y alegría popular.
8.- Los que en los primeros años de su existencia aprendieron o comenzaron a hacer política al lado de las masas populares, tenían la creencia de que su esfuerzo pronto se traduciría en plena vida holgada para la mayoría de la población dominicana.
9.- Los ideales de los jóvenes políticos de la generación dominicana del 60 del siglo pasado, no se han materializado en lo absoluto. El idealizar de ayer, para elevar y mejorar, se ha convertido en degradar.
10.- Las bellas creencias de aquella juventud formada para la lucha política y social liberadora se ven hoy como un ideario pasado de moda, trasnochado.
11.- La dicha, el placer, la prosperidad y el alborozo que procuramos para nuestro pueblo se han convertido en desgracia, desdicha, desventura.
12.- No es cuestión de caer en fatalismo ni creer en la mala suerte. La realidad está ahí y las malas condiciones de cómo vive la mayoría de la población dominicana evidencian que la materialidad no está para ensalzar, sino para vituperar.
13.- Ser realista es ver las cosas y los hechos tal como son, con plena exactitud. La existencia de cómo vive nuestro pueblo en lo material y espiritual, no guarda relación con la bonanza que idealizamos en el pasado.
14.- La capacidad de las mujeres y los hombres para honrar sus principios se mide por la fidelidad a los mismos, sin importar la edad.
15.- Aquellos jóvenes que por convicciones abrazaron la lucha política y social, hoy, en la tercera edad, con más firmeza deben continuar demostrando coherencia, pureza y fidelidad a su forma de pensar.
16.- Para la generación de la juventud del 60, el asunto no es estar de lloraduelos y permanentemente quejumbrosos. Lo que procede es reconocer lo ocurrido y continuar incidiendo en la lucha social con la misma fe de ayer.
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