Tropiezos en el camino al desarrollo: Los reductores de velocidad en Barahona

Barahona, una ciudad en constante crecimiento y con un gran potencial turístico, se enfrenta a un obstáculo que frena su desarrollo y genera malestar entre sus habitantes: los numerosos reductores de velocidad instalados en las entradas de la ciudad. Si bien la intención de estas medidas es garantizar la seguridad vial, su implementación desmedida se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para conductores y pasajeros.

Es comprensible la preocupación de las autoridades por reducir los accidentes de tránsito. Sin embargo, es necesario encontrar soluciones más integrales y efectivas que no afecten negativamente la movilidad y la economía local. La proliferación de reductores de velocidad no solo causa daños a los vehículos, sino que también genera congestión vehicular, ruido excesivo y un deterioro acelerado de las vías.

Es hora de que las autoridades competentes revisen a fondo la ubicación y cantidad de estos obstáculos, priorizando aquellos puntos donde realmente existe un riesgo elevado de accidentes. Además, se deben buscar alternativas como la señalización vial adecuada, la instalación de semáforos inteligentes y la implementación de campañas de educación vial.

Barahona merece contar con vías seguras y fluidas que faciliten el acceso a la ciudad y fomenten el desarrollo económico. Es necesario encontrar un equilibrio entre la seguridad vial y la calidad de vida de los ciudadanos. Invitamos a las autoridades a escuchar las opiniones de los habitantes y a tomar medidas concretas para solucionar este problema que afecta a toda la comunidad.