Colombo y su Fogaraté contra Maduro
No ha logrado, o no ha querido, completar lo que iniciara y dejara inconcluso su inolvidable líder: hacer de Venezuela un paraíso de justicia social con inmensa riqueza natural; un ejemplo libertario a seguir por el resto de América Latina, con oportunidad de buen vivir para su inmensa mayoría de pobres; un ámbito de libertades democráticas totalmente soberanas y un ejemplo inigualable de creciente alianza con lo más progresista del llamado Tercer Mundo…Pero por haber fallado en todo eso Maduro hoy está más que maduro (y, sea hoy o mañana mismo, no lo salva el famoso “Médico Chino” ni Hugo Chávez, si acaso reviviera).
El TIRO AL BLANCO de Narciso Isa Conde /narsoisa@gmail.com /14-01-25
Colombo: el problema de la Venezuela Bolivariana y Chavista no es el satanizado Maduro, que mucho ha resistido y con mucha dignidad nacional y latinoamericanista; ni son las elecciones recientes, ni el show de las actas. Todo eso es un libreto “made in usa”.
El problema crucial es el impacto devastador de la combinación de las guerras de cuarta y quinta generación (guerras híbridas) desatadas por PENTAGONO/CIA/MOSSAD; recurrentemente, por más de dos décadas, con crueles bloqueos y embargos permanentes, cuyos graves efectos ya comienzan a superarse.
El problema crucial es el odio imperial a los procesos de autodeterminación que abrió el nuevo ciclo y la 4ta oleada de la nueva independencia promovida por el chavismo, rescatando en el caso venezolano las enormes y valiosas riquezas de ese territorio del Norte suramericano.
Y el fenómeno del odio colonialista/racista no es extraño: en otras dimensiones, tiempos y oleadas diferentes les pasó a Haití, a Nicaragua y a Cuba…y le vuelve a pasar con renovada saña.
La guerra comenzó contra Chávez y se arrecia contra Maduro, los retrasos y déficit se deben fundamentalmente a esas crueles agresiones; y, en mi opinión, a eso se le sumaron demasiadas complacencias con una derecha criminal y unas élites capitalistas perversas. Los procesos de socialización y la acción anti-golpista han debido radicalizarse.
María Corina fue figura destacada en el golpe contra Chávez y ni la pellizcaron. Más adelante ha estado comprometida en actos terroristas grotescos.
Al imperialismo y las derechas que le sirven no se le debe ceder –como decía el Che- “ni un tantito así”.
Las mentiras que se difunden contra el proceso venezolano han roto record.
0jala logres separarte del tono y el fondo malvado de la dictadura mediática occidental que profesa la post verdad e infecta casi toda la opinión periodística dominicana, subyugada por los magnates del gran capital propietario de medios muy poderosos; serviles y asociados a las suciedades de un sistema imperialista mentiroso, destructivo y decadente.
Observa que todos los malos agüeros y todos los perniciosos vaticinios sobre la inminente caída de Maduro y la toma del gobierno por el “mata curas” González-CIA y la golpista CIA-Corina, se fueron al carajo. Por algo Maduro es como el caimito: que no se cae ni logran tumbarlo.
Es que el chavismo tiene pueblo y muchos guardias bolivarianos a su favor. A nivel de Estados tiene también el respaldo de más de la mitad del mundo y cuenta con la solidaridad de todos/as los que, independientemente de cualquier diferencia y diversidad de actores, creemos que el derecho a la autodeterminación es el principal derecho colectivo de los pueblos.
Los parámetros liberales, pisoteados a nivel global por EU y UE, sus lacayos tercermundistas y sus claques neoliberales (ya con fuerte tono fascista), no sirven para medir democracia en tales circunstancias, ni para juzgar y condenar una fortaleza sitiada y casi asfixiada.
Tan pervertida está esa forma de valorar la democracia que según ella Álvaro Uribe, Piñera, Duque, Juan Manuel Santos, Martely, Moises, Lobo, Leonel, Danilo, Lasso, Mulino, Macri, Trump, Macron, Biden, Netantanyhau, la Bulluarte y Milei… están entre sus grandes exponentes; pese a que en sus predios y gestiones abunda la corrupción, el lacayismo y los crímenes. Y ya tu veras cómo terminarán los Noboa y Abinader.
En mi comentario no hay nada personal, sabes que te aprecio y eso me pasa con otros/a comunicadores/as cuyo talento valoro.
Ojalá rectifiques pronto. Estás a tiempo. Tu pluma y tu voz valen mucho, libéralas de esa infección. Y esto lo pienso y lo digo no solo en tu caso y por tu particular posición.
Hago extensivas estas consideraciones a una buena parte del periodismo “progre” que, por razones difíciles de entender, que no sea el enorme poder concentrado que condiciona y degrada el ejercicio de esa profesión a escala local y mundial, asumen persistentemente parte o todo el inconsistente libreto de la post verdad que nutre la guerra mediática imperial contra todo estado o modelo fuera de su control.
Por no pocos de esos forjadores de opinión siento vergüenza ajena, dada mi estima anterior hacia una parte de sus componentes actuales. Pero de todas maneras me brota del corazón exclamar: ¡Cuánta falta hace Orlando Martínez y otros/as parecidos!
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