Los Vincho tenían razón con USAID
Durante décadas mi partido FNP y mi familia, a quien el pueblo identifica cariñosamente como “los Vincho”, hemos librado una lucha contra los planes de fusión República Dominicana (RD)-Haití, así como férrea defensa de los valores cristianos de vida y familia.
En esa dura lucha siempre dijimos que detrás de los sectores de la llamada sociedad civil con gran poder mediático estaba la USAID. Advertimos que detrás de esos perfumados personeros, y muchos comunicadores nos adversaron fieramente, estaba la mano de USAID que los financiaba.
El plan de USAID y sus empleados en el país era barrer con los valores cristianos de vida y familia, y haitianizarnos; anestesiar al pueblo para que no protestara contra la invasión haitiana. Borrar la historia en los libros de texto. Borrar la noción de patriotismo. Un plan de alta inteligencia para lavado de cerebro de nuestra sociedad y sobre todo en sus juventudes.
Es así como hicieron campaña de descrédito contra el jefe de la iglesia católica Cardenal López Rodríguez, que llegó a ser un guía moral y espiritual de República Dominicana, cuando éste enfrentó directamente al Embajador EU de Obama que vino a aquí a tratar de imponer el matrimonio gay y agenda LGTB con la complicidad de la asalariada sociedad civil.
Me tocó a mí, siendo diputado, ser el único funcionario del Estado que enfrentó a ese embajador y su esposo cuando visitaron escuelas y quisieron imponer el libro Hablemos, de degeneración sexual a través de Profamilia, financiada por USAID.
Gracias al presidente Donald Trump, hoy se destapa el escándalo de corrupción más grande de la historia con USAID. Toda la podredumbre sale a flote en el mundo. USAID era una chequera abierta para contratar peones en distintos países que hicieran el trabajo encomendado encubriéndose en fines altruistas de ciudadanos independientes preocupados por sus respectivos países. Resultaron ser lo que los Vincho dijeron por décadas, vulgares agentes extranjeros al servicio de causas antinacionales. Hoy están desenmascarados. Y el país espera que las auditorías ordenadas por Trump para las ONGS sean publicadas completas, incluyendo los nombres de sus asalariados. Y si defraudaron fondos federales de EU, sean sancionados por su justicia.
Clausurada USAID y cortados los fondos que enviaba a sus peones aquí, llega la hora de restaurar el daño producido por décadas en promoción de antivalores. Hago un llamado al nuevo ministro de Educación, el amigo Luis Miguel Decamps, para que reintroduzca en la escuela dominicana su gloriosa historia de Independencia Nacional y que aplique la ley de lectura de la Biblia. Al nuevo ministro de Cultura, que promocione la cultura dominicana y la noción del patriotismo.
Se debe multiplicar repatriaciones, terminar el muro, perseguir con rigor las mafias que trafican con ilegales y detener la invasión de vientres.
Es hora de Nación. Y sin USAID y sus peones pagos, será más expedita la vía para defenderla.
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