Pepe Rosario cumple 42 años de ausencia

Santo Domingo, RD- Cada 19 de marzo, la República Dominicana se detiene por un momento, recordando con cariño y tristeza a un joven prodigioso cuya vida fue truncada demasiado pronto. Hoy se conmemoran 42 años de la muerte de Pepe Rosario, quien partió un día como este en 1983, a la tierna edad de 21 años, dejando un vacío en el corazón de su familia, amigos y en la historia del merengue dominicano.

Pepe, quien habría cumplido 63 años este año, falleció tras un trágico suceso durante un baile en Higüey, donde fue apuñalado por una joven en un incidente que aún se mantiene envuelto en misterio. Sin embargo, el dolor por su partida no ha hecho más que crecer con los años, mientras su legado musical perdura.

Los hermanos Rosario –Toño, Rafa, Pepe, Tony, Luis y su primo Papi– tenían la música corriendo por sus venas desde niños. En su hogar, donde la creatividad y el amor por el arte se respiraban, no necesitaban más que tablas de cajas de arenque y latas de salsa para construir sus propios instrumentos. Así, con el mismo entusiasmo y amor por la música con el que jugaban en su infancia, crearon sonidos que resonaron con fuerza en toda la República Dominicana.

El padre de estos jóvenes, Ramón Del Rosario, vio en ellos algo más que una afición. Al percatarse de la seriedad de su inclinación hacia la música, apoyó su sueño sin dudarlo. Vender su casa para ayudarles a formar su orquesta fue un acto de amor incondicional, una decisión que, aunque sacrificada, le llenó de orgullo. Con el apoyo de figuras clave como el síndico de Higüey, Homero González, los Rosario consiguieron lo necesario para emprender su carrera musical.

Con un par de instrumentos básicos y mucho amor por el merengue, los hermanos comenzaron a forjar su camino. Pepe, como pianista, director y cantante, brillaba junto a sus hermanos.

En sus primeros pasos en el escenario, la gente de Higüey los apoyó incondicionalmente, convirtiéndose en el punto de partida de una carrera que los llevaría a lugares tan emblemáticos como Casa de Campo y Santo Domingo, donde grabaron éxitos que harían historia, como “Churu-chuchurá” y “Vete preparando”.

La tragedia que oscureció un brillante futuro

Sin embargo, el destino tenía otros planes. En la noche del 19 de marzo de 1983, mientras la banda amenizaba un baile, Pepe Rosario se vio envuelto en un violento altercado. Después de interpretar “Las locas”, una discusión con tres mujeres terminó en tragedia cuando una de ellas, en un arrebato de celos, sacó un cuchillo y apuñaló a Pepe.

Rafa Rosario, hermano de Pepe, relató la dolorosa escena. "Pepe cayó al suelo y me dijo, con voz débil: ‘Una muchacha me hirió’". A pesar de los esfuerzos por salvarlo, las horas perdidas en su traslado a distintos hospitales y la atención inadecuada que recibió, no permitieron que su hermano sobreviviera a la fatal herida.

Pepe falleció minutos después de llegar al Hospital Luis Eduardo Aybar de Santo Domingo. Los médicos intentaron todo lo posible, pero el daño era irreparable. Con su partida, la música dominicana perdió una de sus promesas más brillantes, una estrella que ya había comenzado a brillar con fuerza y que, sin duda, hubiera dejado un legado aún mayor si la vida no le hubiera jugado una cruel jugada.

Un legado que perdura

Hoy, 42 años después, los hermanos Rosario, especialmente Rafa, siguen guardando un dolor profundo por la pérdida de Pepe.ç

Hoy, como cada 19 de marzo, la música de Pepe Rosario se hace eco en los corazones de todos quienes lo conocieron y en los de aquellos que, gracias a su legado, aún disfrutan de su arte.