Todos esperamos por justicia
La naturaleza decidió amanecer hoy llorando, como llora el pueblo dominicano. Ha pintado la ciudad con un manto gris de tristeza y con una lluvia ligera, pero persistente, que evidencia el dolor colectivo que se sufre por la tragedia en el Jet Set.
Contar 221 muertos en una fiesta se escribe con facilidad, pero es una tragedia mayúscula, horrenda, penosa, desgarradora, en fin, una catÔstrofe.
La mayorĆa de la gente piensa que no es momento de fijar responsabilidades, yo no. Creo que hay que darles respuestas a esas 221 familias de los fallecidos, a los cientos de heridos, y a aquellos que estaban y que, aunque se salvaron de milagro, vivieron una experiencia traumĆ”tica.
No, no hay que dorar la pĆldora. Esa gente necesita respuestas, porque un edificio no colapsa asĆ, de la nada, y porque ahĆ alguien no hizo lo que le tocaba, sea por negligencia o por pecar de omisión.
Espero que las autoridades sean implacables con este asunto. Que se haga la mejor investigación jamĆ”s realizada en la RepĆŗblica Dominicana. Que se traiga a los mejores especialistas estructurales del mundo a evaluar esa instalación. Que se haga una auditorĆa forense de clase internacional. Que se diga con claridad lo que pasó y, si lo que se aroja es que fue un accidente desgraciado, que asĆ se comunique, pero con transparencia. Ahora, que tambiĆ©n se aplique todas las de la ley si esa investigación revela negligencia, al nivel que sea, sea pĆŗblico o privado.
Vienen semanas complejas para el Ministerio Público. El Poder Ejecutivo ordenó un reporte que, a mi parecer, es incorrecto, porque se estÔn metiendo en el Ômbito de la investigación criminal, lo cual afecta la independencia de la investigación.
A la procuradora general Yeny Berenice le pido que tome el toro por los cuernos, busque los recursos que sean necesarios y haga la investigación de su vida, porque su legado como fiscal pasarÔ por lo que consume con esta tragedia. Que presente un informe que sustente sus hallazgos de manera irreprochable, porque si patina en esta tarea, se vendrÔ abajo la poca confianza que queda en el sistema de justicia dominicano.
La mayorĆa de la gente anda escĆ©ptica. Piensa que no se harĆ” justicia y que quienes mueven los hilos tras bambalinas se saldrĆ”n con la suya. Yo prefiero apostar a la honestidad y el compromiso del Ministerio PĆŗblico. ConfĆo en que se harĆ” lo que sea justo, no menos ni mĆ”s que eso. Encontrar la verdad pura y dura.
Eso es lo que las familias de los fallecidos necesitan, lo que requieren los sobrevivientes, lo que el pueblo dominicano reclama. Y la lluvia de este viernes trƔgico parece hacer el mismo pedido. Todos esperamos por justicia.
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