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La narco-economía que mueve comunidades de la región Sur


Barahona- El Ministerio Público establece en la medida de coerción de la investigación contra el narcotráfico conocido como la Operación Caimán, que en Barahona se han establecido a lo largo de los años “clanes familiares dedicados al narcotráfico y delitos conexos” desde hace más de 30 años.

De acuerdo con el Ministerio Público estas familias han impulsado la narco cultura en la región suroeste del país y específicamente en Barahona, donde se ha establecido una narco-economía que normaliza las actividades del narcotráfico en la zona y se ha constituido en “esperanza de acenso social de múltiples familias, comunidades y grupos sociales vulnerables”.

Esto ha llevado que en la referida demarcación el narco cultura se perciban como una actividad económica y comercial común.

De allí surgen los llamados “playeros” que son individuos que en muchos casos con familias completan que pernoctan en el litoral costero del Parque Nacional Jaragua a la espera de los envíos de drogas.

Estos playeros pasan sus días en casuchas denominadas “paraderos” a la espera que lleguen las narcolanchas con la finalidad de brindar seguridad, hacer piratería, alertar a otros grupos y/o buscar la droga que traen las lanchas a las costas.

De acuerdo con el Ministerio Público esto se ha convertido en un estilo de vida que lleva décadas. Personas se dedican a la actividad de “playar” y es una actividad tan común que niños y adolescentes ya participan de ellas como una actividad económica normal.

De acuerdo con la investigación, en las costas del sur profundo existen al menos 400 paraderos con una población aproximada de 4,500 personas que se dedican en las costas al narcotráfico.

Con el tiempo estos playeros van adquiriendo armas de fuego, y buscan fortalecerse generando conflictos con otros grupos para obtener más control en tierra y mar, donde en ocasiones deben hacer entradas en busca de la droga.

Esta actividad genera así mismo una actividad económica que genera un engranaje social que va desde las personas que fabrican las lanchas, quien vende los motores fuera de borda, aquel que posee el dinero para la compra inmediata de los kilogramos adquiridos, hasta aquellos que tienen albergues para los lancheros que provienen de otros países.

Estas son comunidades que un gran porcentaje de sus ciudadanos vive de ese mercado de las drogas ilícitas y por tal razón crean una barrera de protección en conjunto cuando se trata de algunas maniobras del Estado, para combatir dicho Flagelo, como es avisar de cualquier vehículo o persona que no conozcan, incluso dándole persecución.

En ese sentido las principales narco-familias del Sur Profundo del país, de acuerdo con el Ministerio Público son los Florián, impulsados por el infame Rolando Florián Féliz, los Gloria, Los Cuevas y los Féliz.

Estos grupos ejercen gran influencia y control territorial en los municipios costeros La Ciénaga, Paraíso y Enriquillo. En tanto que en la provincia de Pedernales, por su condición geográfica Oviedo y el distrito municipal Juancho son los de mayor actividad.

Luego del infame caso PAYA (2008), se ha evidenciado el método de los pagos en especie (pago en drogas en vez de dinero en efectivo), por parte de los patrocinadores de los eventos de narcotráfico, lo cual demanda un mayor compromiso por parte de las redes logísticas encargadas de las movilizaciones de los cargamentos y así evitando que los mismos alijos de drogas puedan ser “tumbados” (robados) por otros actores del crimen o auto robarse las cargas. Todo esto motiva la proliferación del microtráfico (puntos de drogas), en las localidades señaladas anteriormente.

Lo mismo sucede en muchas ocasiones en el Este del País. Incluso, esto impulsa el fenómeno de que los mismos lancheros (operadores y capitanes de los botes) que ahora zarpan en embarcaciones de 23’ pies de eslora tipo “CHANCHIS”, desde Barahona, se “Montan en la vuelta”, que significa que también reúnen dinero para adquirir más sustancias extras al cargamento coordinado, para vender de manera privada, a precios mucho más elevados, este contexto era necesario para poder entender los hechos, y las conversaciones telefónicas orientadas a esta dinámica.

Fuente: Noticias SIN

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