Cabral, un pueblo bajo “estado de sitio policial”.

Yassir Feliz

Cabral se ha convertido en un verdadero "estado de sitio policial". En nuestro pueblo, ya no hay derecho a sentarse en el parque después de la medianoche, bañarse en el río a cualquier hora ni celebrar libremente nuestras tradiciones. Además, se ha montado un boicot contra el Rally que marca el inicio de las festividades de Semana Santa, incluyendo la coronación de las Reinas y el Rey Cachúa, el desfile de Carnabral y las tradicionales corridas de Cachúas.

Respaldados por un reconocido y siniestro personaje que se opone a todo lo que no puede dirigir o controlar, los agentes policiales imponen restricciones basadas en falsas disposiciones presidenciales y del Ministerio de Interior. Con ese pretexto, han instaurado un régimen de control autoritario y violatorio de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución dominicana.

A pesar de estos abusos, ninguna autoridad política, ni del gobierno ni de la oposición, se ha pronunciado contra los atropellos constantes de la policía.

Cabral se ha vuelto un pueblo extraño incluso para sus propios habitantes, quienes ya no disfrutan de su tierra y, en muchos casos, no desean seguir viviendo en ella. Como si esto fuera poco, también se nos impide comprar tilapias, víveres, granos y verduras a los vendedores de la Esquina Caliente.

¿Hasta cuándo nuestro pueblo tendrá que soportar tales abusos?